Cuentos de la ciudad antigua (66)

Un grupo de cuatro mercenarios númidas se aproximan a la entrada principal de aquel magnífico palacio triangular construido en cuatro plantas escalonadas, con grandes terrazas ajardinadas sólo comparables en forma y tamaño a otro que una vez vi en Babilonia y que también le aporta el singular aspecto de una pirámide desproporcionada. Su última altura está destinada al templo de Atargatis, la gran diosa sirena del Mediterráneo, y a la vivienda familiar del ahora general en jefe de Qart Hadasht, Asdrúbal Barca, quien ha aceptado recibirlos en el salón de audiencias de la primera planta, según se accede por la terraza de poniente.

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